20 noviembre 2010

Despues de 6 años de enseñar por telefono conoció a su estudiante de pintura en la Expo Unidad Penal 31



La primera impresión, el momento en que se conocieron
 
Conocí a la profesora de dibujo y pintura Adriana Chacón, cuando el año pasado, como todos los años, participé de la muestra cultural en la Unidad Penal Nº 31 de Florencio Varela, en esa oportunidad conocí a José Luis Borquez, pintor, y fué él quien me la nombró por primera vez. José Luis me comentó que comenzó a pintar como una forma de expresar sus ideas, de salir de la opresión. Además me dijo, que fue mejorando su técnica de pintura, gracias a la Profe Adriana quién por teléfono le explicaba cómo debí utilizar los materiales y las diferentes técnicas para pintar. A medida que lo escuchaba me sorpredió las múltiples formas que tenemos los docentes para transmitir un saber, los caminos que se abre paso la educación, en este caso era un teléfono el medio, la voz el lazo que los unió por 6 años. Sorprendida le pregunté cómo la conoció, José Luis sonrió y me dijo, "la llame porque vi en una revista sobre pintura cómo explicaba su trabajo y estaba allí su número de teléfono. Adriana es mi hadamadrian, fue quien me atendió, explicó y escuchó. Sería un verdadero sueño poder conocerla personalmente".
El pasado 12/11/10 se realizó nuevamente la muestra cultural, en esta oportunidad se llamó "Expo 31", pero no sólo el nombre hizo la diferencia, todos sabían que "Pepe" como lo conocen dentro de la Unidad recibiría una visita única, la profe de pintura. Como cosa del destino, me comuniqué con Adriana, oriunda de la ciudad de Temperley, ns pusimos de acuerdo y fuimos juntas a la Expo 31. Todo salio como se había planeado, llegamos a la muestra cultural de la Unidad Penal Nº 31, pero lo que no estaba en los planes fue la emocion que ambos tenían y de todos los que sabíamos de esta historia. Por eso hoy, quiero compartir con todos Uds, la experiencia de una mujer que superó las distancias y todas las dificultades para compartir lo que mas sabe, el arte de pintar y en cada pincelada transportar a la libertad.

MJ:- ¿Cómo lo conociste a José Luis?

AC:- A José Luis lo conocí hace 6 años, cuando a sus manos llegó una revista en la que yo publicaba mis trabajos. Él decidió llamarme por teléfono, luego que algunos de mis colegas no lo atendieran al recibir un llamado que provenía de una Penitenciaría.


MJ:- ¿Desde cuando y cómo surgió la posibilidad de poder enseñarle pintura?
AC:- En ése momento, él comenzó a preguntarme algunas cosas sobre la forma de pintar un cuadro específico, (publicado en la revista que tenía en sus manos), porque no le salían algunos colores, y no se daba cuenta el manejo de los pinceles, las luces y las sombras.



El hada madriana fue la pintura que Pepe le regalo a su profe
 
MJ:- ¿Cómo fue esa experiencia de enseñar a través del teléfono?
AC:-De esa manera, casi sin darme cuenta, comencé a enseñarle a pintar!!

MJ:- ¿Qué sentías vos al realizar esta actividad?
AC:- La experiencia fue y seguirá siendo, impresionante!! Fue al principio muy difícil, ya que no podíamos hablar el “mismo idioma”. Entonces, tuve que ir de a poquitito, explicándole algunas palabras (matices, valores, atmósfera. . .) que nos iban sirviendo para empezar a comunicarnos a través de la pintura!!
Me sentía feliz por poder darle lo que él necesitaba. Se me llenaba el alma, al saber que estaba ayudándolo a superarse. Era muy emocionante al principio, sentir su gratitud, porque eso significaba que estaba haciendo las cosas bien!!!

MJ:- ¿Cuáles fueron las dificultades más grandes de enseñar por teléfono?
AC:- Pero cada vez que cortaba el teléfono, luego de charlar con él, yo tenía la sensación de que no había sido suficiente. Me parecía que lo que le había dicho en esa “clase” era muy poco. José estaba tan ávido de aprender, que parecía que no podía saciar sus dudas a través de un teléfono. Y esa sensación me acompaño muchas veces. Sentía que tenía que encontrar otra manera para llegar a él.

MJ :- ¿Por qué no pudiste conocerlo antes?¿Qué sentiste la vez que viste un trabajo de él?
AC:- En ese momento estaba detenido en Bolívar, y la realidad era que se me hacía muy difícil trasladarme hasta allá. Al fin, después de unos cuantos años, me hizo llegar un cuadro (ese primer cuadro en el que yo lo guié para pintar) por un familiar! Estaba tan hermoso!! Pero lo que mas sentía, al ver su pintura, era el amor, el esfuerzo, y la gratitud con la que estaba pintado! Lo tengo colgado en mi taller, y cada persona que lo ve, tiene que escuchar la historia!! Jaja!!

Siguió pasando el tiempo, siguieron transcurriendo las clases telefónicas, y al fin, por intermedio de una persona (que no recuerdo el nombre – pido disculpas por eso) tuve oportunidad de ver algunas de sus pinturas. En ese mail, me llegaron tres de sus obras, que se pueden ver publicadas en mi blog, una de las cuales, había recibido un premio!!! Que orgullo! Luego fueron llegando mas trabajos, y yo me sentaba frente a la compu mientras hablaba con él y le corregía y le indicaba lo que tenía que hacer en cada obra.

MJ:- ¿Por qué crees que fue posible enseñar por teléfono tantos años?
AC:- Pude enseñarle por teléfono (y lo sigo haciendo) durante tantos años, porque los dos logramos comprendernos. Pudimos crear un vínculo en donde él aprendió a hacerme las preguntas justas, para recibir una respuesta concreta y exacta. Así, su capacitación fue creciendo.
MJ:- ¿Qué sensaciones tenías antes de ir a la Expo 31 del viernes?
AC:- Antes de ir a la Expo, tenía unos nervios terribles, pero dentro de mi cabeza, no tenía noción, todavía, de la magnitud y de la importancia que ese evento tenía para él. Y para ellos, sus compañeros. Empecé a tomar conciencia de esa importancia, cuando Gabriel Barrios, de una radio de Quilmes, me llamó para “hacerme un reportaje”, y preguntarme cuales eran mis expectativas y que sentía sobre lo que iba a suceder al día siguiente! Obviamente, después de ese llamado, mis nervios se multiplicaron. Tenía miedo de desilusionarlo. Temía no ser lo que el/ellos esperaban. De no colmar sus expectativas. Casi no pude dormir esa noche. Mi cabeza no dejaba de imaginar el momento de conocerlo. Seis años, en un momento!!! Era muy fuerte!!


MJ:- ¿Cómo viviste esa experiencia, de conocerlo personalmente, de enterarte que no sólo él te esperaba, de ver sus obras?
AC:- Conocerlo personalmente fue una de las cosas mas fuertes que viví! Cuando al entrar al Penal, la primera persona que me vio, me dijo, luego que yo firmara el libro de visitas: -“Ud. es la profesora? Pudo venir? Que alegría” Tuve la sensación que todos me estaban esperando. Y que esto no solo era importante para él, para mi “alumno”, sino, para todos los que lo querían y lo acompañaban en este momento. Por fin, ahí estábamos. Frente a frente. La emoción que él me trasmitió, se palpaba en el aire. Y la alegría que sentí, hizo que automáticamente, todos los nervios que yo había vivido desde los días anteriores, se evaporaran de inmediato. Al saludarlo, parecía que nos conocíamos de toda la vida. No estaba saludando a un extraño. Estaba saludando, conociendo y sintiendo a un ser maravilloso que sin hablar, me decía muchas cosas.
Ver su lugar. Sus pinturas. Sus carencias, me conmovió. El tiempo pasó volando. Me hubiera gustado poder quedarme un día entero “dándole clases”. Pero lamentablemente, se terminó rápido. Con orgullo vi como le daban un diploma por su trabajo. Y con orgullo recibí el cuadro del “Hada Madrina”, en donde estaba plasmada toda su dedicación.

todo el taller que José Luis formó en la UP 31


MJ:- ¿Qué fue lo que te llevaste de esa visita a la 31 y qué significa para vos esta experiencia?
 AC:- De mi visita a la Unidad 31, me llevo lo mejor. A nivel humano, gente respetuosa, cariñosa, atenta y ávida de tener un contacto con el exterior, que sobrepasa los muros que la rodean. Sentí una carencia de afectos muy importante. Me fui con una mezcla rara de emociones y alegrías. Emociones por el afecto recibido. Alegría porque al fin lo conocí y pude brindarles parte de mi conocimiento en un “curso acelerado” de dibujo y de pintura, que era lo que tanto necesitábamos!! Y también me llevo el compromiso de ayudarlos. Desde mi lugar, conectándolos con el exterior. Alentándolos para que sus obras sean conocidas. Para que cuando les toque salir, cuando puedan lograr la libertad tan ansiada, tengan la posibilidad de trabajar en lo que aprendieron en este lugar. Yo se que lo van a lograr. José Luis tiene talento. Ver sus obras, y saber que solo hubo una comunicación telefónica durante 6 años para poder aprender a hacer lo que hace, es MAGICO. Volví a casa llena de energía. Con el alma repleta de orgullo. Todavía hoy, sigue latiendo mi corazón fuerte, cuando recuerdo cada momento.

Ver enlace de la primer nota a José Luis Borquez "Pinceladas de libertad"
http://www.blogger.com/post-edit.g?blogID=3454074415839759768&postID=2179629649872126015

1 comentario:

Anónimo dijo...

Felicitaciones por los trabajos realizados y por el trabajo que hacen con los internos. Gracias a José Luis Borqués que me hizo llegar un cuadro, que lo tengo en la sede central de la Iglesia Adventista en Buenos Aires. Reciban un saludo y un deseo de un buen 2011. Dr. Ariel Meda