26 julio 2009

Carta de Lectores Diario Clarín 19.11.2006


Una carta que desde 2006 ayuda continuar a juntando libros para la EEM Nº 12


Una carta... Los alumnos de la EEM Nº 12, de la Unidad Carcelaria Nº 31 inauguraron una biblioteca y tratan de mantenerla con lo que tienen a su alcance, que no es mucho. Ahora necesitan de la colaboración de quienes quieran ayudar a completarla.Mariana Jacob.
elalpino@yahoo.com

... una historiaRaro en un escuela. El busto de Sarmiento permanece completamente ausente. Hasta se hace difícil encontrar su figura ya sea en un libro. Claro que ésa no es la única diferencia con cualquier otro colegio. Los alumnos son reclusos de la penitenciaria número 31 de Florencio Varela, que por diferentes motivos están pagando su deuda con la sociedad. Ahora, aprovechan para invertir su tiempo. El mismo al que alguna vez dejaron pasar. Mariana Jacob es profesora de Comunicación Social. Desde comienzo de año está realizando una suplencia en el EEM N° 12. Ella fue uno de los testigos que presenció cómo el Centro de Estudiantes, conformado por los alumnos del cuarto y último año, se encargó de comenzar a construir su propia biblioteca. "Ellos necesitan cualquier tipo de material. Libros, revistas, diarios, todo viene bien. Tienen muy poquitas cosas, que fueron donadas por familiares o nosotros los profesores, pero todavía está muy vacío", explica Mariana. "Los chicos se portan bien y la mayoría estudia. Hay de todo, como en cualquier colegio. Una vez me llamó la atención que uno de ellos haya faltado un día en el que tenía que entregar un trabajo práctico. Yo prefiero no hacer muchas preguntas sobre la vida privada de los alumnos, pero las faltas se sucedían y ya estaba intrigada. Al tiempo me entero que este chico había estado en el buzón. Así le llaman los presos al lugar que los mandan en forma de castigo", cuenta en forma de anécdota Mariana. A los que quieran colaborar: Unidad Penitenciaria Nø 31, Ruta 53, kilómetro 15, de Florencia Varela, Buenos Aires. Código postal 1888.Hernán De Corso.
hdecorso@clarin.com (Nota publicada en Clarin 19-11-06)

Es importante recordar que toda persona libre o privada de su libertad tiene derecho a recibir una educación digna, la cual brinde posibilidades de convivir en sociedad. A toda persona que quiera colaborar con la biblioteca de esta escuela puede comunicarse a través de este sitio o directamente con la Escuela de Educación Media Nº 12 - Unidad penal Nº 31, de Florencio Varela. Un libro puede ser la llave para abrir las cerraduras que no dejan surgir las ideas de cambio de actitud con respecto a la vida y la realidad.

Ver repercusiones en:

21 julio 2009

VI Jornadas nacionales de Investigadores en Comunicacion - Cordoba, octubre 2002



DISCURSOS, RETÓRICAS Y ESTRATEGIAS COMUNICACIONALES EN LAS PRÁCTICAS POLÍTICAS -PONENCIA publicada en 2002-

“Nadie deja de comprender cuán digno de alabanza es el príncipe que cumple la palabra dada, que obra con rectitud y no con doblez; pero la experiencia nos demuestra, por lo que sucede en nuestros tiempos, que son los príncipes que han hecho menos caso a la fe jurada, envuelto a los demás con su astucia y reído de los que han confiado en su lealtad, los únicos que han realizado grandes empresas.”[1]


En todos los tiempos de la historia de la humanidad, la actividad política se ha caracterizado principalmente por la utilización de un discurso capaz de construir un universo que existe en el momento en el que dan su palabra, pero que se desvanece cuando dejan de hablar. Ese discurso, tan efímero y contradictorio es necesario analizar cuidadosamente para poder comprender sus intenciones y consecuencias.
Actualmente, en casi todo el mundo, la política se encuentra devaluada y sin credibilidad. Pareciera estar cercada por la crisis y protesta social, la presión de los mercados y el constante monitoreo mediático. Sin embargo, este aparente desprestigio de las prácticas políticas todavía no ha volcado en esa peligrosa barranca, aún cuenta con una letal y eficaz estrategia comunicacional: el discurso. Son acaso los discursos y las retóricas las que facilitan que las practicas políticas se mantengan como tales, pero que también muchas veces son esas retóricas y discursos las que permiten visualizar la aparente decadencia de esta práctica.
RECORRIDOS TEÓRICOS

Es preciso comenzar a indagar sobre los discursos, retóricas y estrategias comunicacionales, partiendo desde las definiciones de cada uno de estos elementos abordados en el presente trabajo. Se toma el concepto de discurso político propuesto por Eliseo Verón[2], del cual se tendrá en cuenta los siguientes puntos:
Øse trata de conceptualizar una tipología de juegos discursivos, es decir, no se trata de un discurso sino un campo discursivo.
Øla definición de “tipo”, no es otra cosa que las diferentes estrategias dentro del mismo juego.
Ølos diferentes modos de manifestación de un cierto “tipo” de discurso, es decir, los soportes significantes que determinan la condiciones de circulación, condicionan ese campo discursivo.

Con respecto a las retóricas, se tendrá en cuenta lo que respecta a los metalenguajes, ese discurso sobre el discurso que comporta diferentes prácticas según las épocas, en la retórica 3. Algunas de las prácticas retóricas a modo de referencia:
Ø una técnica, arte de persuasión, es decir, conjunto de recetas cuya puesta en práctica permite convencer al oyente del discurso aun cuando aquello de lo que hay que persuadirlo se “falso”.
Ø una moral, por ser un sistema de “reglas”, la retórica está penetrada por la ambigüedad de la palabra.
Ø una práctica social, la retórica es la técnica privilegiada que permite a las clases dirigentes asegurarse la propiedad de la palabra. El lenguaje como poder.
Ø Una práctica lúdica, es el desarrollo de una burla a la retórica, una retórica “negra”(sospechas, desprecios, ironías): juegos, parodias, chistes que se desarrollan como las anteriores prácticas, conformándose en un sistema institucional.


En cuanto a las estrategias comunicacionales 4, se pretende ver cómo las prácticas comunicacionales se relacionan con lo político, transformándose en estrategias dentro de las prácticas políticas. Las estrategias comunicativas se expresan en prácticas discursivas generadoras de sentido, tanto para el que lo enuncia como para quien lo recibe. Lográndose una producción de sentidos de ambos lugares. La mirada comunicacional crítica de las prácticas discursivas constituye un dominio de análisis necesario que se agrega al estudio de la configuración de lo político en el discurso, ambos fundamentan la posibilidad de una práctica de comunicación política5. La comunicación y el discurso dan especificidad en la construcción de sentido político.
La massmediatización de la política parece ser una de las estrategias comunicacionales más en boga en estos tiempos, tratando de hacer ver al discurso como un elemento adosado la construcción de la imagen del candidato político. Si bien, lo político (en su carácter substantivada), se ha deslizado hacia la imagen, en la medida que se ha desterritorializado y ha perdido a los grandes relatos como sustento; son los discursos lo que todavía permiten su permanencia como práctica en el tiempo. Aunque hoy es común señalar que se sigue a un candidato más que al partido, son los discursos y retóricas que esos candidatos utilizan, los que lo caracterizan, le dan legitimidad y cierta diferenciación política.


ALGUNAS ESPECIFICIDADES

Es necesario aclarar que el tipo de discurso político que se abordará como punto de análisis, es aquel que se efectúa sin la mediatización de las cámaras (imágenes). Es decir, es aquel tipo de discurso que pronuncia un determinado candidato político en un acto proselitista, en el que se encuentra mediatizado por un escenario que aunque lo separa de su público, produce la sensación de cercanía hacia él. A diferencia de lo que puede llegar a producir la imagen de una pantalla, que es mucho más amplia, tanto en la llegada a un heterogéneo grupo receptor como en la sensación de lejanía; un acto proselitista se construye desde la base de que tanto el enunciador como el público receptor comparten ciertos ideales que los hace pertenecer al mismo partido político y los diferencia de otros.
Lo significativo de estos discursos es la tipología de las palabras enunciadas, la mayoría (por no decir todas) tienden a estar dentro de una línea en la búsqueda constante de emoción y sensibilidad en el otro. Transitando desde la historia del partido al que pertenecen, hasta las que nominalizan aquellas cuestiones que han sufrido transformaciones, deterioro pero que aún socialmente conservan un lugar central al momento de nombrarlas. A modo ejemplificatorio se pueden destacar las siguientes palabras: salud, educación, trabajo, deuda externa; cuyos significantes se transforman, es decir, pareciera que estas palabras estuvieran vacías, sin contenido; significados sin significantes. Sin entrar en una análisis puramente lingüístico, pareciera que estas palabras tuvieran sus significado desdibujado, al punto de quebrar la teoría saussuriana.
“Los hombres son tan simples y de tal manera obedecen a las necesidades del momento, que aquel que engaña encontrará siempre quien se deje engañar.”6
Son las promesas, ya identificadas por Maquiavelo, como la estrategia principal de comunicación que tiene el candidato político para con su público receptor, sus seguidores o partidarios. Es entonces, la astucia de utilizar vocablos capaces de producir un mundo simbólico que poco tiene que ver con l a realidad de los sujetos, tanto del candidato como la de su público. Se construye de esta forma, un universo que dura, lo que dura ese discurso pronunciado. “Pues los hombres juzgan mas con los ojos que con las manos... Todos ven lo que pareces ser, mas pocos saben lo que eres; y esos poco no se atreven a oponerse a opinión de la mayoría, que se escuda detrás de la majestad del Estado”. En esta frase Maquiavelo nuevamente pone de manifiesto lo que significan las estrategias políticas en cuanto a las promesas y a la forma de comunicarse con los demás sujetos sociales.
La aparición del sentido político en el discurso se da, a partir de una red de interrelaciones complejas que responden a cuestiones principalmente de distinciones de quién habla, cuál es el sujeto del discurso y cómo puede caracterizarse la emergencia del sujeto en los discursos. Como también es importante determinar, de qué habla el discurso, en qué condiciones se produce, pero fundamentalmente en cuáles se lo comprende y se lo interpreta.
Entonces, por un lado la política implica una práctica de sujetos y/o grupos sociales, en torno a cuestiones de interés para ellos. Esta práctica se basa en relaciones de poder, de las cuales una consiste en la producción de ideas difundidas mediante ciertos procedimientos y en determinadas condiciones.
Por otro lado, el discurso también es una práctica material por parte de un o unos sujetos en una relación de implicación recíproca con su discurso, es decir un sujeto emite un discurso pero queda construido como sujeto por su discurso. Además el discurso se da en situaciones determinadas que lo condicionan, y que hacen que su interpretación también esté sujeta a estos factores determinantes.
Tanto la política como los discursos implican una práctica social. Pero para poder establecer si entre ambas prácticas se produce comunicación política hay que demostrar la aparición de algún tipo de especificidad. Esa relación debe poder dar cuenta de lo que emerge en el discurso /sujeto, objetos, estrategias, conceptos, como correspondiente a las relaciones implicadas en lo político.
Enunciar una palabra política consiste en situarse a sí mismo y a tres tipos de destinatarios, por medio de constataciones, explicaciones y promesas, respecto de las entidades del imaginario7. Por un lado, respecto de aquellas entidades con las cuales en enunciador busca construir una relación, y por otro respecto de la entidad que da legitimidad a esa palabra, la que la identifica.
En todo discurso político se identifica un componente programático, que se caracteriza por el predominio de las formas verbales en infinitivo y en futuro. El componente programático es el orden del poder hacer. Es este orden lo que caracteriza al discurso político, en tanto está cargado de promesas y proyectos de soluciones futuras a los problemas del momento, y que de alguna u otra forma han intervenido en el surgimiento de esos problemas.
Aunque no se profundizará en los cuatro componentes existentes dentro del discurso político que señala Verón7, en la actualidad se percibe al discurso político dentro de un universo ajeno al de las situaciones y conflictos reales y actuales. Pareciera ser que las palabras sólo son abstracciones retraídas y aisladas del contexto de crisis social, pero no porque en muchos casos no hagan referencia a esta situación; si no por el hecho de permanecer sólo en el acto discursivo.
Como se construye el discurso político, también se construyen los sujetos destinatarios de ese discurso, y en este juego maquiavélico se entrecruzan relaciones de poder que tienden a homogeneizar al otro heterogéneo tratándolo de construir como un todo igual desde un discurso que sólo se basa en significados carentes de significantes. Que son a su vez aplaudidos por quienes los escuchan pero que no son interpretados, y se ve la total inexistencia de una producción de sentidos capaces de ayudar a tener una postura interpretante frente a ese discurso dado.


RUPTURAS Y CONTINUIDADES

Se ha podido observar que desde tiempos pasados las prácticas políticas han contado con estrategias comunicacionales, que no sólo son un invento del siglo XX en adelante. La mediatización, tal vez sacralizó y transformó el sentido de las prácticas políticas, pero el discurso a permanecido a través de la historia de la humanidad, aunque cada vez se desconfíe más de él sigue permanente.
Sin embargo, el descreimiento, la corrupción, las promesas, que sólo quedan en eso... palabras. Han provocado una terrible desconfianza hacia el discurso político. Todos dicen lo mismo, y nadie hace nada, se escucha con frecuencia esta frase en casi todos los ámbitos sociales. Las palabras no sólo son simbolismos, significan algo en tanto y en cuando tengan su significante correspondiente. Palabra/Acción, no solos discursos, si no discursos acompañados por hechos, acciones que sustenten el discurso dado en el tiempo.
“Un príncipe de estos tiempos, a quien no es oportuno nombrar, jamás predica otra cosa que concordia y fe; y es amigo de ambas, ya que si las hubiese observado, habría perdido más de una vez la fama y las tierras”9.
La práctica política se caracterizó, se caracteriza y se caracterizará por su capacidad de generar universos discursivos capaces de ser olvidados por el sólo echo de durar mientras son pronunciados. Es claro que hoy día la tecnología (el video por ejemplo), permite la grabación no sólo de los discursos, sino de los gestos y el contexto en el que lo pronunció; pero el video sólo no es capaz de recuperar la memoria de muchos. Pensar desde los discursos la crisis de credibilidad política actual, permite identificar a las promesas “incumplidas”, las palabras sin acción, como los primeros síntomas de deterioro político. Pero, también permite pensar al discurso como legitimador de esa práctica, que construye a los sujetos que por momentos comparten y conviven dentro del universo discursivo político; por esta razón es preciso indagar las transformaciones que se van generando en los sujetos que lo producen y en aquellos que los reciben. Tratando siempre de ampliar el campo de investigación, evitando centralizarse y abocarse a los discursos políticos massmediatizados, tomando como punto de análisis aquellos discursos producidos en otros espacios de comunicación.




BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA

§ MAQUIAVELO, EL PRÍNCIPE, EDITORIAL ALBA, MADRID, 1998.
§ VERON, EL DISCURSO POLITICO. LENGUAJE Y ACONTECIMIENTOS, EDITORIAL HACHETTE, 1987.
§ AUTORES VARIOS, TEORIAS POLITICAS Y TEORIAS DE LA COMUNICACIÓN, CAP.VI LAS PRACTICAS DE LA COMUNICACIÓN POLITICA ARTICULACIONES DISCURSIVAS, EDICIONES DE PERIODISMO Y COMUNICACIÓN, U.N.L.P, 1997.
§ FOLLARI, TEORÍAS POLÍTICAS Y TEORÍAS DE LA COMUNICACIÓN, CAP. V LO “LIGHT”EN LA TEORÍA: DEFECCIONES CONTEMPORÁNEAS, EDICIONES DE PERIODISMO Y COMUNICACIÓN, U.N.L.P, 1997.
§ ARGUMEDO, LOS SILENCIOS Y LAS VOCES EN AMERICA LATINA. NOTAS SOBRE EL PENSAMIENTO POPULAR (CAP.VI), EDICIONES DEL PENSAMIENTO NACIONAL, 1992.
§ ESTEFANÍA JOAQUÍN, EL PODER EN EL MUNDO, EDITORIAL PLAZA Y JANES, 2000.
§ BARTHES, LA RETÓRICA ANTIGUA, APUNTE DE CATEDRA COMUNICACIÓN Y CULTURA, F. P. Y C. S. , U.N.L.P., 2000.

[1] MAQUIAVELO, CAP. XVIII “DE QUE MODO LOS PRINCIPES DEBEN CUMPLIR SUS PROMESAS”, EL PRINCIPE, EDITORIAL ALBA, MADRID, 1998.

[2] VERON, ELISEO EN “LA PALABRA ADVERSATIVA”.
3 BARTHES, RONALD “LA RETÓRICA ANTIGÜA”

4 estrategias como el arte de dirigir un conjunto de disposiciones para alcanzar un objetivo.
5 “TEORÍAS POLÍTICAS Y TEORÍAS DE LA COMUNICACIÓN”, EDICIONES DE PERIODISMO Y COMUNICACIÓN, VARIOS AUTORES.
6 IDEM. 1

7 IDEM. 2
9 IDEM. 1 Y 6

Charla en la Feria del Libro - Berazategui 2008

Experiencias en Comunicación y Educación


Liliana Majic y Mariana Jacob*

Después de mucho tiempo de trabajar en las aulas, e intercambiar información acerca de nuestros trabajos, decidimos poner en juego nuestras prácticas, darlas a conocer y compartir con otros colegas. Este fue un año duro, cruzado por conflictos diversos, marcadas muchas veces por la frustración. Como contracara, nos pareció interesante el espacio de esta feria para difundir, problematizar y reivindicar estrategias utilizadas con éxito y cuestionarnos sobre la utilidad de los medios en la escuela como herramienta de expresión de los sujetos del aprendizaje.
Introducción
La sociedad en la que vivimos está en permanente cambio y transformación. Es la sensación que nos queda cuando todo el tiempo enfrentamos situaciones que antes no habíamos atravesado.
En este mundo complejo, sin dudas, la comunicación es una figura emblemática de las sociedades del tercer milenio. Un mundo globalizado, donde todo se somete a la lógica del mercado, y donde la concentración de los medios impone un modelo estético único y el control de la opinión pública mundial.
El teórico Jesús Martín Barbero sostiene que la era digital permite nuevas oportunidades. La digitalización conformó un nuevo lenguaje, desmontando el dualismo entre razón e imaginación, ciencia y arte, libros y medios. Además se configura un nuevo espacio público, embriones de una nueva ciudadanía, en y desde las redes, donde confluyen muchos actores y lecturas con compromiso emancipador y de resistencia. A pesar del modelo hegemónico existente, no todo es tan oscuro
En la escuela como en otros ámbitos sociales, esos cambios o transformaciones se sienten en distintas circunstancias, por ejemplo, si nos referimos a las tecnologías ya no solo podemos mencionar a los diarios, TV, radio o PC…. Ahora están en juego los celulares con sus mensajes de texto, video, cámara de fotos y radio, los mp3, mp4, cámaras digitales, las computadoras en red o con Internet. Asimismo dentro de Internet podemos hacer referencia a otras aplicaciones: el correo electrónico, los fotolog, blogspot, páginas Web, MSN, las imágenes publicitarias. Muchos de estos elementos están “censurados dentro de la escuela” pero como todos sabemos, están, se utilizan, nos cambiaron, nos transformaron.
Sin embargo, pareciera que esta tecnología desarrollada para la comunicación, paradójicamente, lo que hace es profundizar la incomunicación entre las personas. Cada vez es más difícil relacionarse cara a cara en diferentes ámbitos de la vida.

Escuela y nuevas tecnologías (¿de la comunicación?)
La incorporación de las nuevas tecnologías genera la necesidad de actualizar, o al menos, reacomodar los formatos existentes a las realidades que la sociedad actual propone, y además, reacomodar su lugar en la escuela.
El desarrollo de las nuevas tecnologías electrónicas para la transmisión y almacenamiento de datos (o simplemente para ofrecer a la gente mayores opciones de esparcimiento, comunicación y aprendizaje) forman parte de los procesos más complejos y novedosos en nuestras sociedades. Los medios de comunicación se han constituido –y lo están haciendo cada vez más -en un ecosistema o ambiente donde se desenvuelve nuestra vida y donde se recrean y producen lenguajes, conocimientos, valores y orientaciones sociales (Quevedo, 2003).
Hay que pensar la sociedad ya no con las instituciones clásicas, sino desde modelos totales. Vivimos en una sociedad educativa. Antes era una sociedad con un modelo educativo, hoy toda la sociedad es un modelo educativo. Aprendemos todo el tiempo, en todos lados… en el trabajo, en la fábrica, el hogar, etc. Ya no hay edades para aprender la edad para aprender es todas (Barbero).
No podemos ignorar a los medios porque han modificado nuestras prácticas cotidianas y hábitos diarios, pero nos cuesta incorporarlos a la dinámica escolar. La presencia de los medios o la ausencia de ellos en la escuela se notan, en sentido positivo y negativo. En general siempre que se quiere realizar una actividad algunos de los elementos técnicos no están disponibles o tienen algún desperfecto, actores de la institución se resisten, o se los utiliza de manera acrítica, considerándolos en su forma y no en su contenido.
Los medios han logrado alterar las barreras tradicionales entre el tiempo libre/esparcimiento y el mundo del trabajo o del estudio y han modificado también nuestros patrones perceptivos y estéticos. En este nuevo mundo de las tecnologías de la comunicación, la escuela ha sido y es una de las instituciones que más sufrió el impacto de las transformaciones culturales que se viven como consecuencia de la expansión de los medios, primero, y de la digitalización, después. Sin embargo, y desde hace más de cincuenta años, la escuela es también la institución que más resistencias le opone a estas transformaciones de época. En efecto, la escuela moderna fue concebida dentro del universo que Marshall McLuhan bautizó como “la galaxia Gutemberg”, es decir, un mundo dominado por la lógica del libro (cuya base es la estructura de la linealidad y el orden secuencial) y que encontró en la escuela no solamente a su más sólido aliado sino también a la institución que garantizaba la transmisión y reproducción de los saberes consagrados en la cultura letrada. Las nuevas tecnologías de la información y la comunicación no han hecho otra cosa que erosionar las bases mismas en que se asienta la escuela del siglo XIX, pero no ha recibido de parte de ella una acogida entusiasta sino que más bien la escuela percibe a los medios como una amenaza. Sin embargo, el cambio que deberá aceptar y asumir resulta inevitable (Quevedo, 2003).
Estábamos acostumbrados a la linealidad de la palabra impresa, a la linealidad del pensamiento. Hoy la revolución electrónica nos entregó la primera generación de jóvenes que dominan los nuevos lenguajes telemáticos. Entonces es cuando la escuela debe reinsertarse en la tecnicidad mediática combinado la palabra impresa con el impacto audiovisual de las nuevas redes (…). Hay que desentrañar el poder mercantil de la televisión ya que no democratiza y no crea cultura, pero a la vez hay que reconocerla como lugar estratégico de cómo se percibe el tiempo y el espacio, y como se construyen los imaginarios y las identidades, de cómo” moldea” y forma, y deforma los gustos populares. Ante todo, hay que reconocer que la TV es la mayor matriz narrativa desde la invención de la imprenta hace 500 años (Barbero).
Por muchos motivos podemos afirmar que la televisión ha colonizado el tiempo libre de la gente y que los jóvenes son consumidores intensivos de tecnologías de comunicación. Los locutorios están provocando un consumo más transversal de las tecnologías, que se complementa con el fenómeno de los encuentros sociales entre los jóvenes en estos nuevos espacios públicos. Espacios que generan nuevas relaciones, las que muchas veces profundizan la individualidad de los sujetos y nuevas formas de comunicación a través de los juegos en red o de los fotolog en donde dejan sus firmas o “rayas” (así llamados por quienes escriben los espacios virtuales) en donde exponen sus fotos en donde armen sus puestas en escena. Espacios que generan identidades y las cuales los representan en esos universos de la red. Red que no tiene límites. O mejor dicho, los límites se determinan por su acceso a ella.
Se sabe que generalizar es casi relativizar esas prácticas que atraviesan a la sociedad, negarlas o admitirlas como nuevos lugares de relación o comunicación es ignorar la complejidad de su existencia. No todos los jóvenes pueden acceder a esas tecnologías, desde las más antiguas como los son el uso de los libros hasta las más complejas como las computadoras y sus múltiples usos.

¿Medios para qué?
El catalán Joan Farrés[1] en su libro dedicado a analizar los vínculos entre la televisión y la educación, señaló: “Mientras la cultura tradicional era limitada en conocimientos, pero organizada, coherente, estructurada, la cultura mosaico se caracteriza por el desorden, la dispersión, el caos aleatorio.” Así es la estructura narrativa de la televisión, pero también la de casi todos los medios de comunicación con los que se relacionan cotidianamente los jóvenes.
A fines del siglo XIX, la escuela pública argentina se caracterizaba por una dinámica y una capacidad de innovación que la sociedad no tenía. El maestro, la escuela y los métodos de enseñanza eran los símbolos más claros de la modernidad. Modernizar el país era expandir la escuela. Hoy la escuela, en muchos casos, se ha encerrado sobre sí misma. La sociedad se transforma más rápidamente que ella y, en muchos puntos, contra ella. Este desencuentro no es solamente (ni principalmente] de contenidos, sino que involucra de manera integral a la institución escolar y a las nuevas instituciones de la cultura mediática y digital.
En general, en nuestro sistema educativo la tecnología se entiende como la enseñanza de algo más de ciencias aplicadas, algunas técnicas, un trabajo manual sofisticado o la simple incorporación de equipamiento (tal como ingresó la computadora para la que se inventó un “gabinete de computación”). A nuestro entender, la incorporación de los medios de comunicación deben ser las herramientas en las que los estudiantes puedan producir nuevos discursos y sentidos. No se trata solamente de analizar los medios y sus usos, sino de generar a través de ellos una apropiación de herramientas para que expresen sus voces y experiencias. Comenzar a ocuparnos de que estas voces ocupen los medios es el desafío, incorporarlos como elementos que forman parte de esta cultura y dejar de ignorarlos o verlos como enemigos de la educación es nuestra propuesta.
Pensemos que sólo hace falta apretar una tecla para conectarse o desconectarse con una persona que está en el otro extremo del mundo y esto fragiliza la sociedad y hace que la existencia se vuelva más endeble”. “La sociedad de consumo nos hace promesas a través de la televisión, los avisos, los diarios y las publicidades, y nos dice que nuestros deseos van a ser gratificados. Pero si uno mira la situación un poco más de cerca, se da cuenta de que si nuestros deseos pudieran ser satisfechos, la sociedad de consumo y la sociedad capitalista tal como la conocemos quizás se vendrían abajo (Zygmunt Barman)[2]

Aceptar la diversidad
Otra de las cuestiones cruciales que enfrentamos día a día en las aulas es cómo hacemos para vivir en paz con las diversidades, ya sea de lengua, de códigos, religiones, con las diferencias. Nuestros abuelos tenían esa visión ideal de que estas diferencias eran temporarias, y que con el tiempo todos íbamos a tender a igualarnos. Hoy sabemos que no es así. Está a la vista en la variedad de consumos culturales (tribus urbanas, moda, etc.) como la pluralidad de situaciones según los barrios, regiones o clase social. Cuanto mayor es la globalización, mayores son las dificultades a las que nos enfrentamos. La tarea más difícil es aprender a vivir con todas estas diferencias que se nos presentan.
Sin entrar en detalles, la sociedad en que vivimos profundiza las diferencias, las que muchas veces en vez de enriquecer las relaciones humanas, las tensionan y se tornan violentas. En la escuela, los medios pueden favorecer un espacio en donde la pluralidad y diversidad de voces fortalezcan las relaciones entre los sujetos. Pueden servir para rearmar los lazos entre las personas. Giordano Bruno[3] asegura que no hay institución ni educación sin una oferta de enlace. Dice que la escuela debe ofrecer una cartografía de lazos, que no son perpetuos, sino que tienen un tiempo y un lugar. La escuela esta cambiando, entre múltiples cuestiones, se esta perdiendo la violencia simbólica (en el sentido de horarios, reglamentos, etc.). Surgen otras cosas, como por ejemplo, las horas libres. Lo nuevo, lo instituyente, no siempre es positivo.

Nuevas migraciones
En un ensayo de fines del 2001, Vilches reflexionaba sobre los cambios sociales que están experimentando los usuarios en el campo de la televisión debido a un proceso de migración digital, que supone el desplazamiento hacia un mundo altamente tecnificado, una nueva economía creada por las tecnologías del conocimiento, donde el cambio es la información y ésta es la nueva identidad. En este contexto, Vilches destacaba que en la migración digital el mundo no se divide entre ricos y pobres, sino entre los que están informados y aquellos que han quedado fuera de estas tecnologías.
Para Vilches la aparición de las nuevas tecnologías, junto con la internacionalización de los mercados, ha provocado una serie de migraciones que afectan a distintos ámbitos: el imaginario tecnológico (ya que la convergencia aflora nuevos y antiguos mitos en las narraciones y contenidos de los medios), el lenguaje y el mercado cultural (donde se promueve el debate sobre la cultura de los nuevos medios y su dependencia de las exigencias comerciales), las nuevas formas narrativas, las conductas de los usuarios (que gracias a la interactividad se convierten en manipuladores de contenidos) y, por último, a la forma de conocer, archivar y encontrar las imágenes que produce la sociedad. La migración digital supone también un desarrollo de las tecnologías del conocimiento, entre las que Vilches destaca las tecnologías de la imagen, esenciales para la formación de la percepción y la comprensión de la realidad.

No vemos que no vemos (los nuevos nativos)
Heinz von Foerster[4] tiene razón cuando insiste en que el pecado de toda epistemología es que no vemos que no vemos, el currículo oculto. En el caso escolar la cosa se agrava infinitamente, y el principal responsable es el no ver que los estudiantes de hoy han cambiados de forma radical, y no son los sujetos para los cuales el sistema educativo fue diseñado durante siglos y que querría tenerlos como población nativa. En este sentido, podemos comprender que nos encontramos en un momento de cambio o de transición al cambio de un nuevo sistema educativo, en el que la incorporación de los medios podrían ser espacios de producción y un lugar en donde las voces de los estudiantes sean posibles establecer.
Cuando se reduce el cambio generacional y cultural a los adornos (lenguaje, ropa, piercing, estilos de coquetería) se está poniendo el carro delante del caballo. Porque la discontinuidad que hay entre estos chicos y nosotros no es ni incremental, ni accesoria o siquiera histórica y tendencial. Se trata de una singularidad, una compuerta evolutiva, un antes y después tan radical que es difícil conceptualizarlo y mucho menos generar los instrumentos educativos capaces de operacionalizarlo.
En este caso la singularidad es precisamente la digitalización de la cultura (especialmente juvenil) en las dos últimas dos décadas y más particularmente en los últimos 5 años en los países periféricos. Los chicos que hoy tienen entre 5 y 15 años son la primera generación mundial que ha crecido inmersa en estas nuevas tecnologías. Han pasado toda su vida rodeados de la televisión, computadoras, videojuegos y el resto de los elementos digitales.
Lo cierto es que con las diferencias de acceso sociales del caso los videojuegos, el e-mail, Internet, los teléfonos celulares y la mensajería instantánea se han convertido en parte integral de nuestras vidas y en el oxígeno tecnocultural que respiran los chicos del tercer milenio. Obviamente, en la periferia las diferencias de acceso son todavía más duales y brutales. Esta constatación sociológica es trivial. Lo que realmente interesa es saber hasta qué punto las funciones intelectuales, las habilidades cognitivas y las capacidades para volver inteligible el presente complejo, difieren o no en la generación digital respecto de sus padres o abuelos. Aquí la diferencia mayor no es tanto en términos de cambios físicos del cerebro (aunque a lo mejor los hay) sino en claros usos diferenciados de funcionalidades cerebrales respondiendo a entornos ubicuos densos en información, que debe ser procesada en paralelo, y en la capacidad de toma de decisiones simultáneas disparadas por el uso de los videojuegos, por ejemplo.
Hubo muchos nombres que tratan de encapsular lo distintivo de esta generación de estudiantes. Se los han denominado generación N (Internet) o D (digital) pero para nuestro gusto el epíteto que mejor da cuenta de ellos es el de Nativos Digitales.
Nuestros estudiantes actuales, ya sea que tengan 6 años o 22, son hablantes nativos del lenguaje de las computadoras, los videojuegos e Internet. Y nosotros, por más tecnofílicos que seamos (o pretendamos serlo) nunca sobrepasaremos la categoría de inmigrantes digitales o hablantes más o menos competentes de esa segunda lengua.
Para nosotros es notable que lo digital sea una segunda lengua, visible en todo lo que hacemos. Es un acento que matiza todas nuestras actividades y que se refleja fundamentalmente en nuestra vida académica y profesional. Vamos a Internet cuando no encontramos un libro que previamente dé cuenta del problema. Antes de usar un aparato leemos el manual. Antes de ejecutar un programa necesitamos saber qué tecla tocar, etc. Justo a la inversa en todos los casos de los nativos digitales que hacen primero y se preguntan después.
Los videojuegos, el uso de Internet y la computación en red implican nuevos lenguajes. Más allá de lo que decidamos acerca de la intraducibilidad de los lenguajes (y lo que pensemos de la terrible frase racista de Heidegger según la cual sólo los griegos y los alemanes pueden pensar y hacer filosofía), lo cierto es que caemos en el mismo error cuando suponemos que el único lenguaje de la enseñanza es el que monopolizamos por milenios los inmigrantes digitales. Es posible reconocer y comenzar a apropiarnos de los nuevos lenguajes, de las nuevas formas de comunicación.




Nuestras experiencias
En este apartado compartiremos con los docentes las experiencias que hemos realizados en las distintas escuelas con los medios de comunicación.
1) Diario mural (M 6)
2) Revista escolar Media 6
3) Revista escolar en la cárcel EEM 12
4) Propagandas por campaña ESB 334
5) Micro radial en la cárcel EEM 12
6) Radioteatros Poli 9
7) Revista escolar en el María Elena Walsh
8) Publicaciones escolares en los medios de comunicación social.

Bibliografía
Silvina Friera, “La vida liquida según Zygmunt Bauman”, Pagina 12, 20 de Noviembre de 2006
Lorenzo Vilches, La migración digital, http://www.lsf.com.ar/libros/22/MIGRACION-DIGITAL-LA/
Luis Alberto Quevedo, La escuela frente a los jóvenes, los medios de comunicación y los consumos culturales en el siglo XXI en: E. Tenti Fanfani (compilador), Educación media para todos, Buenos Aires: Ediciones Altamira (UNESCO-IIPE-OSDE), 2003.
Jesús Martín Barbero, La educación desde la comunicación, http://www.lsf.com.ar/libros/44/EDUCACION-DESDE-LA-COMUNICACION- LA/
Giordano Bruno, Des Liens. París. Allia. 2001.

* Liliana Majic es Licenciada y Profesora en Comunicación Social egresada de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata. Mariana Jacob es Profesora en Comunicación Social egresada egresada de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata y actualmente cursa la Especialización y Maestría en Educación, en la Universidad de San Andrés becada por la Fundación Lúminis.
[1] En http://www.quadraquinta.org/referencias-bibliograficas/libroscomentados/television-subliminal.html
[2] Cita extraída de la publicación de Silvina Friera en Pagina 12 noviembre de 2006.
[3] Por naturaleza los seres humanos somos racionales, somos libres, por ese motivo buscamos el saber y la libertad. En esa búsqueda a veces infructuosa, establecemos lazos que pueden diferenciarse por ser naturales, racionales y voluntarios. Esos lazos "...tienen que ser múltiples y variados porque un solo lazo cae en la violencia extrema..."
[4] En http://portal.educ.ar/debates/educacionytic/nuevos-alfabetismos/inmigrantes-digitales-vs-nativos-digitales.php

Ver repercusiones en:
http://www.fundacionluminis.org.ar/index.php?page=Novedades.Novedad&id=805&PHPSESSID=plshnbeeayntdsi

http://www.aprenderconlaradio.org.ar/index.php?option=com_content&task=view&id=172&Itemid=57

13 julio 2009

Proyecto escolar 2008: "Cortinas y Mural para la ESB 334 Fcio Varela"

Proyecto escolar 2008: "Cortinas y Mural para la ESB 334 Fcio Varela"




Los alumnos de 2do año de la Escuela Secundaria Básica Nº 334 de Km. 26, 700 (ubicada entre las calles Algarrobos y Palomas) el año pasado trabajaron sobre un proyecto de mejora escolar dentro de la materia Construcción de la Ciudadanía junto a la docente Mariana Jacob. El proyecto consistía en realizar por un lado, un mural dentro del establecimiento, el cual representaría la identidad de los estudiantes de la escuela secundaria, ya que comparten el edificio con la escuela primaria y por otra proponían colocar cortinas en todos los cursos de la ESB. Para lograr estos objetivos propusieron iniciar una colecta desde 0,50 centavos para comprar las cortinas y pinturas. Para ello elaboraron distintas propagadas, las cuales fueron distribuidas por toda la escuela y el barrio.
Ambas metes pudieron concretarse gracias al esfuerzo de los estudiantes, toda la colaboración de la comunidad educativa, los directivos y distintas instituciones que ayudaron para concretar estos objetivos tan nobles. La radio FM Compartiendo 89.7 de la Fundación del Padre Farinello, realizó el 14 de noviembre de 2008 la cuarta edición del Programa Educativo y Cultural “La Radio, El Libro y La Escuela el motivo fue “Valores Que Valen”. En esa ocasión un grupo de alumnos representando al conjunto de los cursos de 8vo año fueron hasta la radio junto a las docentes para conversar en la transmisión sobre el proyecto de mejora escolar. Mientras se emitía el programa, en la escuela estaba el artista plástico ARIELLO de Quilmes, quién llevó los materiales necesarios y junto a los alumnos realizó el mural que tanto querían los estudiantes. Cabe destacar, que el dibujo fue un regalo de un estudiante de la Escuela Media de Adultos de la Unidad Penal Nº 31 de Florencio Varela. Además se recibió por intermedio de la Preceptora maría Julia, la colaboración del Padre Alfredo del Cruce de Florencio Varela, ayuda que motivó a todo el grupo a continuar trabajando en este proyecto.
En cuanto a las cortinas, a principio de año desde la dirección de la ESB 334, ya tenía preparadas las telas y los elementos necesarios para colocarlas en cada curso. Los alumnos comenzaron el año lectivo 2009 con cortinas en cada curso y el mural en el pasillo de la ESB, simbolizando todo el esfuerzo, empeño y dedicación de quienes trabajaron para cambiar un poquito la realidad.
Actualmente se están realizando distintos proyectos educativos, destacándose el proyecto que va a participar en la Feria de Ciencia y Tecnología 2009, en la instancia Distrital, el trabajo que está en carrera se llama “Uniendo culturas - Joining cultures. Comunication is the basics of human relationships”, los alumnos que participan son los mismo que el año pasado trabajaron con el proyecto de mejora escolar, pero este año ya son de 3ro B. Los alumnos encargados de representar al curso en la Feria de Ciencias son Felicitas Fiallo, Serruya Cora Marcos, Cardozo Carolina y Domínguez Brian. La docente encargada de este proyecto es la profesora de inglés Carina Miot, quien junto a los chicos propusieron comprobar que es posible la comunicación entre personas de habla inglesa y española a pesar de no conocer todas las reglas del idioma. Para diseñaron distintas encuestas que los estudiantes pusieron a prueba en la escuela, utilizaron las palabras “transparentes” y además la profesora invitó a una joven californiana que visitó a los alumnos a cargo del proyecto para poner en práctica que es posible una comunicación intercultural. Demostrando que la comunicación es la base de las relaciones humanas, sea cual fuera el idioma de las personas.
En tanto, desde el espacio de Construcción Ciudadana se está trabajando en distintas propuestas, pero este año los estudiantes de 2do B y 1ro B a cargo de la profesora Jacob están elaborando dos proyectos, los de 2do B quieren concientizar sobre la problemática de la desnutrición y la salud, en tanto los de 1ro B quieren trabajar sobre la contaminación, para ellos están trabajando la técnica de reciclar papel y la elaboración de artesanías con papel maché, las cuales enfatizan en la reutilización de materiales en desuso como diarios y revistas viejas.

Ver repercusiones en:
http://www.quilmespresente.com/notas.aspx?idn=200101&ffo=20090707

04 julio 2009

Los medios de comunicación en Argentina, breve reseña

Los medios de comunicación durante la última dictadura militar

Las transformaciones no fueron sólo en el ámbito político-económico sino que también hubo un fuerte control y censura en los medios de comunicación así como de cualquier manifestación cultural que contradijera los parámetros dispuestos desde el poder central.
Durante los años de plomo se sentaron las bases del control y concentración de los medios y de la información por parte de los más poderosos, quienes siempre mantuvieron representantes en el gobierno de turno que defendieron y defienden sus intereses.
Desde el día inicial de la dictadura los editores y directores de diarios y revistas fueron informados por los militares acerca de que era lo que esperaban de ellos en la nueva etapa. El comunicado 19 de la Junta Militar era muy claro: “Será reprimido con reclusión de hasta 10 años el que por cualquier medio difundiere, divulgare o propagare comunicados o imágenes con el propósito de perturbar, perjudicar o desprestigiar la actividad de las Fuerzas Armadas, de seguridad o policiales”.
Los diarios estaban obligados a publicar únicamente los cables de la agencia oficial TELAM. De este modo los medios entraron en cadena, todos publicaban los comunicados oficiales. Mientras unos jugaron como actores principales para justificar el golpe, apoyar las campañas de "tierra de libertad" durante el mundial de fútbol, o exagerar los parciales logros bélicos en Malvinas en 1982; otros, como La Prensa, lograron mantener un tono constante de crítica a excesos o desviaciones.
No obstante lo más importante en este periodo son dos de las medidas tomadas en aquellos años que aún persisten en nuestros días, lo que permite demostrar la clara continuidad entre el repudiado pasado y el presente. Éstos son:
* Formación de Papel Prensa
* Sanción de la Ley de Radiodifusión (Ley 22.285)
Ambas medidas favorecieron la conformación y el vertiginoso crecimiento de las grandes empresas monopólicas de medios que centralizan la información y emisión de mensajes, con el aval total del Estado.
Durante la última dictadura militar las acciones de Papel Prensa quedaron bajo la administración de la Comisión Nacional de Recuperación Patrimonial (CONAREPA) desde la cual el Gral. Videla invitó a La Nación, Clarín, La Prensa y La Razón a hacerse cargo de la parte del empresario, dejando de lado al resto de los diarios. La Prensa rechazó la oferta mientras que los otros tres periódicos aceptaron. Así el 28 de septiembre de 1978 se inaugura la primera empresa nacional dedicada exclusivamente a la producción de papel para diarios. A mediados de los 80’, La Razón se apartó de la sociedad y sus acciones se repartieron entre Clarín (socio mayoritario), La Nación y el Estado. Actualmente, se mantiene esta misma configuración de Papel Prensa, empresa clave para el control y manejo de la impresión de diarios, donde el gobierno y un multimedios asociado (Clarín) ejercen una gran presión.
La ley 22.285, conocida como Ley de Radiodifusión, fue sancionada por decreto en septiembre de 1980 por el gobierno militar. En ella se define a la actividad como de “interés público” y no como un “servicio público”, lo que implica que la norma no garantiza el acceso permanente de todos los habitantes a los medios de comunicación. Su alcance es nacional, por lo cual las provincias quedan imposibilitadas de legislar el sector y consagra el sistema mixto de propiedad de los medios. Tiene un claro espíritu privatista, ya que prevé la venta casi inmediata de las emisoras y los canales estatales. Tampoco se contempla la posibilidad de que las Universidades o alguna otra institución educativa posean una emisora o canal ni se permite la existencia de medios con fines educativos.
No se garantiza el acceso y participación de los diferentes sectores de la sociedad ni potencia el federalismo. En cambio se fomenta la concentración monopólica de medios y permite que Buenos Aires ejerza una fuerte centralización en el flujo informativo y cultural. Esta ley no reconoce la existencia de ciertos tipos de medios, como las radios comunitarias, que se han agrupado y están reclamando que se las contemple dentro de una futura nueva ley de comunicación.

Durante la democracia

Durante los inicios de la democracia, la Ley de Radiodifusión se mantuvo vigente sin ninguna alteración más acorde a los cambios tecnológicos y políticos del momento. Raúl Alfonsín, fue el primero en incumplir su promesa electoral, al no derogar la ley 22.285. Por tato, la relación del Estado con los medios de comunicación continuaba con las mismas reglas de juego que fueron establecidas durante la Junta Militar.
Con el desarrollo de las tecnologías que permitieron la distribución de progra­maciones de diversas partes del mundo a través del satéli­te, tibiamente durante la década de 1980 y en forma acelerada durante los ’90, se multiplicaron para el receptor las posibilidades de reci­bir dis­tin­tos me­dios de comuni­cación audio­visual, por medio de la tele­visión sate­lital de difu­sión di­recta, o bien por los servicios de televi­sión por cable.
Por otra parte, el abarata­miento de los equipos transmisores llevó en numerosos países a un aumento de las estaciones de radio FM y TV abierta de baja potencia, que proveen programa­ciones ligadas mayormente al ámbito local de recepción[1].
Pero mientras aumentaba la cantidad de emisoras, también se consolidaba el pasaje del centro estratégico de la industria cultural, desde la producción hacia la distribución. Toda nueva forma de distribución masiva de contenidos audiovisuales fue orientada en primer lugar a la demanda solvente (servicios “plus” arancelados), para luego ir abaratándose y derramar hacia capas inferiores de la pirámide del consumo. En los ‘90, crecerán formidablemente los costos de los derechos de emisión, aumentando la segmentación en la oferta mediática, según las posibilidades de compra de los receptores/consumidores[2].
Las transformaciones producidas en el sector de las Comunicaciones en la Argentina durante la década del ‘90 son una de las más substanciales de su historia. El sector experimentó simultáneamente procesos de expansión, incorporación intensiva de tecnología, concentración de la propiedad de los medios y desembarco del capital extranjero como consecuencia de la aplicación de políticas neoliberales, subordinadas a los objetivos de los principales grupos económicos, aplicadas por Carlos Menem a lo largo de toda su gestión.
Durante el gobierno de Carlos Menem, consecuentemente con su política económica general, se debilitaron nuevamente las disposiciones que impedían la participación del capital extranjero en el sector audiovisual y se alentó la formación de grupos multimedios oligopólicos.
Consecuentemente, esta política no fue cuestionada por el gobierno de Fernando de la Rúa. Mientras tanto, la ley de radiodifusión 22.285 sancionada por el gobierno dictatorial de Jorge Rafael Videla seguía vigente, y la perspectiva de alcanzar una política audiovisual que se ubique más allá de las necesidades del capital concentrado continuaba siendo muy lejana.[3] Durante el gobierno de De la Rúa, cambió la forma de conducción pero no el fondo del modelo: profundizó el régimen neoliberal en lugar de encarar una propuesta reformista como había prometido, agravando la crisis económica y manifestando el deterioro institucional.
Desde que asumió De la Rúa, la intervención en el ámbito de las comunicaciones fue una constante, que tuvo como toda su gestión, vaivenes. Específicamente en radiodifusión, el gobierno tomó injerencia en todos aquellos asuntos que estaban pendientes y sentó así su posición. Días después de llegar al poder, de la Rúa veta la ley conocida como Radio y Televisión Argentina (RTA) y crea a través del decreto 94/01 a fines de enero del 2001 el Sistema Nacional de Medios Públicos (SNMP), también conocido como “Multimedios Oficial”.
Dentro del impuestazo y ajuste fiscal anunciado por Cavallo, se incorporó una medida histórica y ampliamente resistida por los propietarios de medios. El ministro decidió grabar con el 21% de IVA al cine, al teatro, a los espectáculos deportivos, a la TV por cable (sobre la cual ya pesaba el 13%) y a los diarios y revistas (que hasta ese momento estaban exentos). Ello despertó la furia de los multimedios que, con Clarín a la cabeza, argumentaban vía los organismos que los representan que aumentar el IVA pondría en peligro la libertad de prensa y de expresión y que el sector más castigado con el impuesto serían los consumidores. En consecuencia, las editoriales dispusieron una rebaja progresiva del salario del canillita que alcanzó al 20%.
A través del Comité Federal de Radiodifusión (COMFER), principal organismo para llevar adelante sus políticas de radiodifusión, el gobierno puso en marcha un proceso de normalización del espectro radiofónico. Se suspendieron todas las adjudicaciones hechas por el gobierno anterior, sobre todo las que Menem había autorizado a último momento y el COMFER dio lugar al proceso de análisis las 438 adjudicaciones hechas por dicha administración, que terminó en septiembre de 2000, del que resultaron confirmadas 157 licencias y revocadas 275.
Para el COMFER, el proceso de normalización estaba pensado para ser sostenido por dos pilares. No solamente a través de la asignación de licencias, sino también por medio de la lucha contra la clandestinidad. Para tratar de acotar este problema el organismo emitió dos resoluciones en relación a las emisoras clandestinas. A fines de 2001 comenzó a ser tratado un proyecto de ley para penalizar las emisiones ilegales de radio y TV. En ese momento el tema se tornó de interés público cuando se produjeran interferencias de radios “truchas” en las comunicaciones entre pilotos y Torre de Control en Aeroparque, por lo que el aeropuerto fue inoperable por varios días y puso de manifiesto lo peligroso de la situación. Esta iniciativa se concretaría a partir de una reforma del Código Penal: penalizar las emisiones clandestinas y sancionar a los que posibiliten y/o realicen las conexiones no autorizadas. De lo que se trata, es de que hay un vacío legal en este punto, más allá de que las verdaderas intenciones de los propietarios de medios sean eliminar de una vez por todas a aquellos emisores sin licencia y tratar de reducir al mínimo la competencia.
El gobierno de Kirchner recibió un sistema de medios de comunicación concentrado, con alta incidencia del capital extranjero e importantes sectores sociales excluidos de la posibilidad de tener licencias de radiodifusión. Gran parte del arco de la sociedad civil permanecía relegada a recibir información y consumirla como mercancía, incapacitada de participar en los procesos de planificación de las políticas y de la gestión de los medios a partir de la exigencia de poseer fin de lucro para acceder a la licencia de un medio de radiodifusión, que implicaba la exclusión de las cooperativas y de muchos otros actores. La herencia incluía un marco legal autoritario y centralista, con la particularidad de que desde 1983, y especialmente durante la década del ’90, se profundizaron esas características.[4]
En 2003 el Poder Legislativo sancionó la Ley 25750 de “Preservación de Bienes y Patrimonios Culturales”. En el primero de sus seis artículos se destaca “la importancia vital para el desarrollo, la innovación tecnológica y científica, la defensa nacional y el acervo cultural (...) por lo que la política del Estado nacional preservará especialmente: a) El patrimonio antropológico, histórico, artístico y cultural; b) Las empresas dedicadas a la ciencia, tecnología e investigación avanzada que resulten fundamentales para el desarrollo del país; c) Actividades e industrias de relevante importancia para la defensa nacional; d) El espectro radioeléctrico y los medios de comunicación.”. En este sentido Si bien la ley dice proteger las industrias culturales, también permite que empresas extranjeras adquieran hasta un 30% de las acciones de empresas de medios, lo cual hasta la fecha estaba prohibido, con la excepción de Estados Unidos que había firmado un tratado de promoción de inversiones. De esta forma los medios blanqueaban la necesidad de incorporar capitales al mismo tiempo que bloqueaban la posibilidad de perder el control de la empresa. Solo se aceptaban inversiones financiera, en medios semiquebrados.
En suma, nuevas leyes y decretos lo que hacían eran disimular la incapacidad de cambiar la ley que regulaba las comunicaciones nacionales desde la última dictadura militar.

La comunicación en pocas manos[5]

Durante la década del ‘90 pocas empresas nacionales e internacionales lograron concentrar la mayor parte de los medios de comunicación en la Argentina. Luego de la crisis de 2001, y tras el repunte económico, el crecimiento de estas empresas no sólo continuó, sino que la concentración se hizo cada vez mayor.
A este proceso se le sumó el permiso que obtuvieron los capitales internacionales para invertir en medios del país, a mediados de la década pasada. Con la “subida” al satélite de las señales de radio y de televisión, privadas y públicas (generalizada a principios de los ’90 en América Latina), este primer nivel de acceso estaría virtualmente cubierto en casi todo el mundo. Sin embargo, atendiendo a las particularidades de las minorías étnicas, y a la población rural dispersa, razones de índole idiomática (no todos hablan las lenguas oficiales) y económica (no todos disponen de pequeñas antenas parabólicas o equipos necesarios para bajar las señales, si es que éstas no están codificadas), hacen que aún existen grupos poblacionales excluidos de la posibilidad de recibir radio y TV.[6]
Luego, con la crisis de 2001, y la salida de inversores extranjeros, las empresas nacionales se reposicionaron, continuaron su crecimiento económico y acentuaron la concentración. Tras el default argentino y la devaluación del peso, se produjeron varios cambios en la estructura propietaria de las empresas.
En este sentido, el Grupo Clarín abandonó la telefonía celular -vendió CTI Móvil a América Móvil (Telmex, propiedad de Carlos Slim) y Techtel (Techint, propiedad de la familia Rocca), que en 2008 cambio su nombre a CLARO - y su participación de televisión satelital en DirecTV. Al diario Clarín y el Olé, sumó el diario La Razón. Asimismo, posee Papel Prensa, en sociedad con La Nación y el Estado Nacional; la imprenta Artes Gráficas Rioplatense (AGR); las revistas Elle, Genios y Jardín de Genios; la agencia de noticias DyN y los diarios Los Andes (Mendoza), La Voz del Interior y Día a Día (Córdoba), entre otros medios gráficos, además de la editorial de textos escolares Tinta Fresca y la asociación con el grupo mexicano Multimedios para crear la editorial Ríos de Tinta en tierra azteca. En lo audiovisual, el crecimiento de Multicanal y la compra de Cablevisión se tradujeron en la posibilidad de controlar el negocio de la televisión por cable en el país. La expansión del Grupo en la TV paga llegó incluso a Paraguay y Uruguay. Además cuenta con la licencia de Canal 13 (Ciudad de autónoma de Buenos Aires), Canal 12 (Córdoba), Canal 7 (Bahía Blanca) y las señales TN Noticias, Volver, Canal Rural, Quiero Música en mi Idioma, Magazine y el 50% de TyC Sports, TRISA y TSC (dueña de los derechos de transmisión del fútbol argentino). También produce contenidos a través de su participación en Pol-ka -con Adrián Suar-, Ideas del Sur -con Marcelo Tinelli-, Patagonik -participada junto a Disney - y Carburando (dueña de los derechos de las transmisiones del automovilismo argentino). Sin omitir otros emprendimientos como los radiales -AM Mitre y FM 100- y la producción de eventos -Caminos y Sabores, Expoeducativa y Expoagro, esta última en conjunto con el diario La Nación-, el avance en el rubro nuevas tecnologías también fue notable. La adquisición de Cablevisión involucró a Fibertel -proveedora de Internet banda ancha- que sumado a Flash, Ciudad Internet y Fullzero lo posicionaron como referente de ese mercado.
El surgimiento de Gestión Compartida (contratación de recursos humanos), Unir (correo y distribución) e Impripost (packaging) le permitió completar la cadena de producción informativa, desde la elaboración del papel hasta las manos del consumidor.
Esta composición implica que el grupo tenga una importante penetración en la conformación de la opinión pública: se estima que sólo el diario Clarín lo leen 830 mil personas a diario (vende en promedio más de 350 mil ejemplares), posee más de 3 millones de abonados a TV por cable, controla 750 mil conexiones a Internet y, sólo Canal 13, tiene una participación en la audiencia de la TV por aire del 34%.
Daniel Hadad, quien durante 1995 adquirió la frecuencia de la AM 710, constituyó un nuevo multimedios, principalmente tras la disolución del CEI, emprendimiento mediático de los 90 que aunaba al City Bank, al fondo de inversiones Hicks-Muse, la familia Vigil, Telefónica de Argentina y Raúl Moneta. A Radio 10, sumó la revista La Primera, el diario BAE (rebautizado como Infobae) y la FM Mega.
En 2002, ante la intimación del COMFER para que Telefónica se desprendiera de uno de los dos canales de TV que poseía en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Canal 11 y Canal 9, Hadad compró este último. La operación también involucró a Benjamín Vijnovsky y Fernando Sokolowicz (accionista de Página/12).
Tras el paso de varios accionistas, Hadad vendió la emisora al empresario televisivo mexicano Ángel González. A este desprendimiento se sumó el del diario Infobae, adquirido por Sergio Spolsky (dueño de El Argentino, matutino gratuito de la Ciudad de Buenos Aires, Diagonales, en la ciudad de La Plata y el dominical Miradas al Sur). Pero estas ventas no menguaron la consolidación del grupo de Hadad: incorporó las FM Radio Pop, Vale y Amadeus; las revistas Bacanal, Tendencia y TKM; los portales musicales 10libre.com y 10tango.com, además de la venta de tarjetas telefónicas Crossfone. Finalmente, creó el canal de noticias C5N.
Por otra parte, Carlos Ávila reemplazó en 2001 a Eduardo Eurnekian al frente de América TV. Quien fuera dueño de las transmisiones televisivas del fútbol argentino, adquirió de Hadad la revista La Primera -rebautizada Poder-, acciones de Ámbito Financiero y comenzó a intervenir en Internet, en la compañía Uol-Sinectis, empresa que compartía con la Editorial Perfil de Jorge Fontevecchia.
Tras la crisis de 2001, se incorporaron al directorio de América TV Daniel Vila y el ex ministro del Interior del gobierno de Menem, José Luis Manzano, dueños del Grupo Uno. Éste, con fuerte presencia en el interior del país: posee el Diario Uno (Mendoza), la compañía de cable Supercanal (de la cual Multicanal tiene el 20%), la transmisora de TV digital Televisión Directa al Hogar y el Multimedios La Capital, con más de 20 medios en Santa Fe y Entre Ríos.
A consecuencia de su ingreso al canal, la sociedad Vila-Manzano se quedó con la revista El Gráfico y la AM La Red, que hasta ese momento manejaba Ávila mediante Torneos y Competencias. El último ingreso en la sociedad que controla América TV -AISA- fue el del empresario y diputado nacional Francisco de Narváez, quien compró el 30% del paquete accionario, y además controla el predio La Rural, El Cronista, elcronista.com y las revistas Information Technology y Apertura.
Finalmente, Ávila se retiró de los emprendimientos mediáticos fuertes, cediendo el control de Torneos y Competencias, y vendiendo las acciones que poseía en AISA a De Narváez, quien se hizo con el capital mayoritario del Grupo América. Para completar su armado comunicacional, a mediados de 2008, De Narvaez compró el 60% de la compañía Clan Comunicación e Imagen, dedicada a la cartelería en la vía pública y a la arquitectura publicitaria.
Mientras tanto, y aprovechando los embates del COMFER sobre las empresas que no cumplían con la legislación vigente, en particular la mexicana CIE, el conductor y empresario Marcelo Tinelli se quedó con la AM Del Plata y las FM Spika y Radiosinfo. En 2006, como parte de su pase a la pantalla de Canal 13, vendió el 30% de Ideas del Sur al Grupo Clarín. Posteriormente, creó la empresa Movifun Shopping, plataforma para realizar compras usando el teléfono celular.
[1] De acuerdo al país, estas emisoras conformaron distintas tendencias y estilos: comunitarias, alternativas, abiertas, etc.
[2] Mayor desarrollo de este tema en Azpillaga P. y otros pág. 38 (2000).

[3]Guillermo Mastrini “Política y medios en la argentina: los orígenes de la televisión privada”.

[4] Guillermo Mastrini y Santiago Marino, Al final del período. Los límites del progresismo
Políticas de Comunicación en Argentina durante el gobierno de Néstor Kirchner.
[5] CEOM 2008 (Centro de Estudios y Observación de Medios), Facultad de Periodismo y Comunicación Social.
[6] Diego Rossi, Acceso y participación en el nuevo siglo Limitaciones de la política. Condicionamientos de los conglomerados (2006)
Bibliografía consultada

· AZPILLAGA P., MIGUEL J. Y ZALLO R. (2000): “Las industrias culturales en la economía informacional. Evolución de sus formas de trabajo y valorización”, en Mastrini y Bolaño (eds.) “Globalización y monopolios en la Comunicación en América Latina”, Ed. Biblos, Buenos Aires.
Bulla, Gustavo y Glenn Postolski (2004). Convertibilidad, endeudamiento y devaluación en la economía argentina de los ‘90. Ley de preservación del patrimonio cultural: el poder mediático al desnudo. Revista de Economía Política de las Tecnologías de la Información y Comunicación www.eptic.com.br Vol.VI, n.1.
· CEOM (Centro de Estudios y Observación de Medios), Facultad de Periodismo y Comunicación Social.La comunicación en pocas manos. Ficha de Cátedra del Taller de Análisis de la Información, Facultad de Periodismo y Comunicación Social. Año: noviembre de 2008
García Leiva, María Trinidad (2002). Radiodifusión, contradicción y control 1999-2001 Universidad de Buenos Aires. Carrera de Ciencias de la Comunicación
Mastrini, G. y M. Mestman (1996) “¿Desregulación o re-regulación? De la derrota de las políticas a la política de la derrota”, en CIC Nº 2, UCM, Madrid.
Mastrini, Guillermo y Becerra, Martín. 50 años de concentración de medios en América latina: Del patriarcado artesanal a la valorización en escala. Texto de la cátedra "Políticas y planificación de la comunicación" de la Carrera de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Buenos Aires.
Mastrini, Guillermo y Marino, Santiago. Al final del período. Los límites del progresismo. Políticas de Comunicación en Argentina durante el gobierno de Néstor Kirchner. Texto de la Cátedra "Políticas y planificación de la comunicación" de la Carrera de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Buenos Aires.
Mastrini, Guillermo. Política y medios en la argentina: los orígenes de la televisión privada. Texto de la cátedra "Políticas y planificación de la comunicación" de la Carrera de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Buenos Aires.
Observatorio Comunicacional de la Facultad de Ciencias. de la Educación Universidad Nacional de Entre Ríos. (2008) Los medios de comunicación y el proyecto dominante. El golpe del ’76, la dictadura y la democracia.
Postolski, Glenn, Santucho, Ana y Rodríguez, Daniel. Concentración y dependencia: los medios de comunicación en el centro de la crisis. Integrantes del Observatorio Político y Social de Medios y del Area de Investigación de la UTPBA. Texto de la cátedra "Políticas y planificación de la comunicación" de la Carrera de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Buenos Aires.
Rossi, Diego (2006). Acceso y participación en el nuevo siglo. Limitaciones de la política, condicionamientos de los conglomerados. Texto de la cátedra "Políticas y planificación de la comunicación" de la Carrera de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Buenos Aires.